Si te encuentras cansado, para y descansa tu Mirada dame tu mano y caminemos al mundo donde todo suspira.
Quiero Venir A Ti
Yo no me canso de venir a ti.
Yo nunca olvido suerte ni esperanza,
inmóvil madrugada fruto de besos y humos.
Quiero ser el grito que de ti vuele,
sin lagrimas ni tristezas
solo gusto desplegarme
en la razón despierta inmóvil,
que habitan las fragancias de tu cuerpo.
Cuantos besos podría recordar,
recordarles como un blanco arrozal
donde ellos brillen como sustancias pequeñas,
siendo así el rayo nocturno…
el rayo diurno que ilumine ese paraíso de encantos
pruebas convertidas en estáticas caricias
que mujer vuelan palpitando por los espacios de tu cuerpo.
Melancolía de arroces, dos pechos delirantes.
Dejame hoy temblar contigo,
avanzar al secreto de tus territorios.
Dejame ser el relámpago que ilumine
senderos de tristeza s misterio de tus besos.
Dejame ser la vigilancia que repita el canto de las lluvias,
las mismas que bañen tu traje subterráneo
con presumidos abrazos,
alegres de amarte mujer en ritmo y caricias.
Heme aquí pues
ensimismado pensando en los momentos,
que como telegramas arriban en tus manos
Y me entreguen con la única frescura de de tus labios,
Loa luz del beso que ilumine mi sendero
El mismo que busco su rumbo aquellos paisajes
Donde tú me esperas con beso titilando.
Negor Len
Yo no me canso de venir a ti.
Yo nunca olvido suerte ni esperanza,
inmóvil madrugada fruto de besos y humos.
Quiero ser el grito que de ti vuele,
sin lagrimas ni tristezas
solo gusto desplegarme
en la razón despierta inmóvil,
que habitan las fragancias de tu cuerpo.
Cuantos besos podría recordar,
recordarles como un blanco arrozal
donde ellos brillen como sustancias pequeñas,
siendo así el rayo nocturno…
el rayo diurno que ilumine ese paraíso de encantos
pruebas convertidas en estáticas caricias
que mujer vuelan palpitando por los espacios de tu cuerpo.
Melancolía de arroces, dos pechos delirantes.
Dejame hoy temblar contigo,
avanzar al secreto de tus territorios.
Dejame ser el relámpago que ilumine
senderos de tristeza s misterio de tus besos.
Dejame ser la vigilancia que repita el canto de las lluvias,
las mismas que bañen tu traje subterráneo
con presumidos abrazos,
alegres de amarte mujer en ritmo y caricias.
Heme aquí pues
ensimismado pensando en los momentos,
que como telegramas arriban en tus manos
Y me entreguen con la única frescura de de tus labios,
Loa luz del beso que ilumine mi sendero
El mismo que busco su rumbo aquellos paisajes
Donde tú me esperas con beso titilando.
Negor Len
This entry was posted
on miércoles, junio 25, 2008
at miércoles, junio 25, 2008
and is filed under
Son mis poemas
. You can follow any responses to this entry through the
comments feed
.
